Imagínate kilómetros y kilómetros de arena blanca, piscinas naturales cálidas y profusa vida submarina entre corales. Imagina que este acuario silvestre se encuentra rodeado de grandes resorts y sofisticadas posadas entre las palmeras, con increíble gastronomía marina, miles de actividades recreativas y algunos legados históricos, solo para completar el encanto. Y todo en un entorno de absoluto relax, ideal para vacacionar en familia. Ese paraíso existe, y se llama Porto de Galinhas.
Las playas del balneario son la gran estrella del turismo en Pernambuco y una de las mejores representantes de la costa tropical de Brasil. Este templo de la naturaleza se encuentra a solo 60 kilómetros de Recife, la capital estatal. Desde su extremo norte hasta la desembocadura del Río Macaripe al sur, Porto de Galinhas y sus alrededores tienen varias playas infartantes que son una visita obligada en los viajes por el nordeste. Te invitamos a descubrirlas.
Las playas de Porto de Galinhas, de norte a sur
Camboa: Su nombre en lengua indígena significa “aguas tranquilas”, y es precisamente esta característica su atractivo principal. Su costa (1,5 kilómetros de largo) es un espejo transparente y llano, con corales que forman piletas tibias. El paisaje queda completo con una vista hermosa del Puerto Suape, el Río Ipojuca y los manglares verdes. El acceso a Camboa solo es posible a pie, desde la playa Muro Alto.
Muro Alto: Un poco más frecuentada que Camboa, se localiza en la zona de Ipojuca y se llama así por los altos riscos que ocupan gran parte de su extensión. Las piscinas entre arrecifes son un sueño para los bañistas. También para los amantes del jet-ski, ya que aquí se encuentra la pileta natural más profunda de Porto de Galinhas. El acceso es desde la ruta PE 09, con un tramo a pie desde el Resort Nanai. También se puede llegar caminando por la orilla desde la playa Cupe, o en un clásico buggy.
Cupe: Larguísima playa con más de 4 kilómetros donde se instalan algunas posadas y residencias. Se sitúa al lado de Porto de Galinhas, con acceso desde la calle asfaltada de Muro Alto. En algunas zonas del mar la ausencia de arrecifes da lugar a olas bravas, un idilio para los surfistas.
Playa de Porto de Galinhas: Es la costa misma de la villa, y ha sido elegida sucesivamente entre las primeras playas del país. Tiene 4 kilómetros de arena fina, cocoteros y agua transparente, donde los turistas pueden nadar entre los peces coloridos. Aunque mantiene el alma agreste y exótica de toda esta región, es la playa con mayor infraestructura, con servicios de alta categoría.
Maracaípe: Rodeada de palmeras, es una playa típicamente surfista y juvenil, gracias a sus olas fuertes y cristalinas. Algunos bares animan la costa y sirven como punto de encuentro. Para proteger las tortugas marinas que desovan en la zona, no está permitido andar en buggy.
Pontal de Maracaípe: Situada en la desembocadura del Río Maracaípe, tiene aguas muy tranquilas, especiales para baños. Si estás en la playa Maracaípe, no te pierdas caminar hasta esta punta, llena de bancos de coral. También aprovecha para ir en balsa hasta los manglares en el estuario del río, hogar de los caballos de mar.
